Se trata de Tomas Liendro. Vivió un tiempo en la localidad de la Cuenca Carbonífera, lugar donde cursó sus estudios primarios y donde surgió la idea de empezar un camino por el mundo de la Mecatrónica. En el programa radial “Doble A” se refirió a cómo empezó este sueño, que hoy busca que se haga realidad.

En diálogo con FM El Portal, Liendro indicó que nació y vivió en 28 de Noviembre hasta los 12 años. Cursó el nivel inicial en el Jardín 21  y el primario en la Escuela Primaria Provincial N° 68, de Río Turbio.

“Desde chico, siempre tuve la idea y me fascinaba construir cosas. Siempre decía que quería estudiar robótica y, en parte, fue por motivación de mis padres y profesores de la Escuela N° 68, donde empecé a participar de las Olimpiadas de Matemáticas. Siempre me llamó la atención la parte de lógica y pensar afuera de la caja problemas complejos”, subrayó.

También recordó al profesor Daniel Campos como alguien que también lo inspiró en este camino: “Nos estuvo acompañando mucho en la etapa de las Olimpiadas. Siempre lo recuerdo como uno de los que estuvo cuando surgió esta chispa de querer aprender sobre el mundo de la robótica e ingeniería. En las clases de Matemática y Ciencias Naturales era claro al transmitir los conceptos”, expresó.

Por motivos familiares, dijo que se tuvieron que mudar de 28 de Noviembre, pero eso no impidió que siga enfocado en su objetivo.

“Nos mudamos a Córdoba, ahí hice la secundaria. Después me puse a investigar qué carrera universitaria seguir y de esa manera llegue a Mendoza, donde estudie Ingeniería Mecatrónica durante dos años. Mi perfil siempre fue orientado a la robótica, quería aprender a hacer robots. Luego, fui becado para ingresar al Instituto Balseiro, en Bariloche, donde termine mi  carrera de grado”, explicó.

¿Cómo empieza el proyecto de “Rovertito”?

“El proyecto empezó en el marco de un programa, que se encuentra en su segunda edición, y se llama Open Space, el cual está patrocinado por muchas empresas del sector espacial e institutos. Estoy trabajando en una empresa del rubro espacial, me encuentro en California haciendo algunos ensayos”, detalló.

“El año pasado, estaba hablando con un compañero y mi novia, que trabajamos en esa misma empresa, y nos pareció un desafío muy lindo intentar hacer un robot que esté trabajando en la luna, una idea que quizás pensamos que es ciencia ficción pero hoy sabemos que es posible, ya se han hecho misiones. En base a ello, nos pareció muy interesante y motivador impulsar la carrera espacial en Argentina, democratizar el acceso al espacio”, expuso.

Asimismo, señaló que hoy trabaja junto a 19 personas en "Spacebee", con el objetivo de poder enviar a “Rovertito” a la Luna: “Estamos distribuidos en todo el país y nos encontramos generando recursos humanos fuertes. Estamos muy comprometidos para que el proyecto sea efectivo. Está muy avanzado y el programa nos ayuda con sesiones de mentoreo y una hoja de ruta para llevar el robot a la Luna”, recalcó.

En otro párrafo, Tomás explicó que el nombre “Rovertito” tiene que ver con un juego de palabras: “Viene de juntar Rover, que es un robot que puede operar en cualquier entorno, y Tito se lo agregamos para darle una identidad Argentina. Es algo increíble esto que estoy viviendo, si me lo preguntabas años atrás no me lo imaginaba. La robótica es algo que vengo viendo desde siempre y hoy estoy trabajando en ello”, subrayó.

¿En qué etapa se encuentra el proyecto?

“Está en la etapa final, fue superando distintas fases, exponiéndolo a varios jurados. El primer trayecto fue global, donde se presentaron varios equipos en diciembre, luego una etapa previa a la semifinal, la semifinal y actualmente la final. El proyecto se presenta el 30 de julio ante un jurado internacional”, manifestó.