Luis González, más conocido como Lucho, es oriundo de Río Gallegos, Santa Cruz, y actualmente reside en Buenos Aires. Su historia es la de muchos: de búsquedas, pausas, abandonos y reencuentros. Pero sobre todo, es una historia de pasión por la música.

Vivió diez años en La Plata, adonde se trasladó desde su ciudad natal para estudiar. Pasó por tres carreras universitarias —Economía, Educación Física y Música— pero ninguna logró retenerlo por completo. 

“Me la pasaba mirando Friends, me la pasaba mirando series”, cuenta con honestidad. Lucho se define como una persona dispersa, a quien le cuesta mantenerse enfocado en clases largas. “A mí me estás hablando y me hablas mucho tiempo, y yo ya me fui”, confiesa entre risas, describiendo cómo su cabeza puede estar en cosas tan simples como si cerró el agua o si sacó la ropa del lavarropas.

Pero si algo siempre estuvo presente en su vida, fue la música. Su tío Sergio, quien es cura en Río Gallegos y quien por años estuvo en Río Turbio, fue una figura clave en su formación musical: le regaló su primera guitarra y lo introdujo a un universo de discos que marcaron su infancia. Hoy, esa pasión sigue viva en su casa, donde vive con su esposa Vanessa —con quien está casado desde hace casi 13 años— y su hija Malú, de 7 años, con quien a veces canta en familia. “Cuando la miro, pienso que me gustaría dedicarle más tiempo... es el amor de mi vida”, dice con emoción.

Esa sensibilidad se reflejó en su presentación en La Voz Argentina, donde interpretó “The Best” de Tina Turner. Su talento fue inmediato: los cuatro jurados —Lali, Luck Ra, Miranda y Soledad— se dieron vuelta. Pero Lucho ya tenía claro su destino: eligió formar parte del equipo de Soledad Pastorutti. “Arranqué cantando folklore desde chico. Si se daban vuelta los cuatro ya sabía mi elección”, aseguró.

Desde Río Gallegos al escenario nacional, Luis González demuestra que, aunque el camino no haya sido lineal, la música siempre supo esperarlo.

Mira su interpretación a continuación:

Conocé su historia: