“Si no te la inventas vos, no te la inventa nadie”

HOY ROCK 30 de noviembre de 2020 Por Amir Navarro
Fernando Samalea habló en "Hoy Rock, Mañana El Mundo". Su trayectoria, el trabajo con artistas de renombre y el mensaje que les deja a los músicos que quieren iniciarse.
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Fernando Samalea, baterista, bandoneonista y escritor argentino desplegó su poesía en “Hoy Rock, Mañana el Mundo. Gustavo Cerati, Charly García y Andrés Calamaro son algunos de los artistas con los que tuvo la posibilidad de tocar. Contó sus experiencias a lo largo de los años y les dejó un mensaje a los músicos que quieren comenzar este camino. 

En principio, Samalea se mostró emocionado por hablar con un punto tan austral del país, como lo es Río Turbio, Santa Cruz: “Voy a ir, le encontré ese lado mitológico al lugar. Si bien tiene historias de todo tipo, tiene eso encantador de estar tan afuera y tan adentro. Con la moto voy a llegar al sur”, remarcó.

Vanina: ¿Cómo te inicias en el mundo de la música?

Fernando: Viene desde los 6 años de manera misteriosa porque en mi familia no había músicos. La magia del rock en ese entonces, los grupos de rock sinfónicos me encantaban. Estudie piano también. Supongo que es el pulso de la vida, todo lo que hiciera ruido me llamaba la atención. Por suerte, mis padres me apoyaron y empecé a estudiar a los 7 años.

Yo lo veía algo poético con los escenarios con luces, la vestimenta, eso me llamaba la atención. No tuvo que ver con cuestiones económicas, no sabía que los músicos cobraban por tocar. Aunque parezca extraño, trato de mantener esa inocencia hasta el día de hoy.

V: ¿Cómo empezás a tocar la batería y tu compañero el bandoneón?

F: A la batería desde niño. Al bandoneón por leer el libro de tango del poeta Horario Ferrer, cuando tenía 22 años. Cuando quise empezar a componer música instrumental, que era algo que tenía claro desde chico, sentí que el bandoneón era la voz apropiada para humildes melodías. Representa el lugar que nací también. Pensaba que podía unir todos los mundos, me quedó pendiente. Hice 11 discos instrumentales que es, de alguna manera, un hobby y lo hago en paralelo con mis actividades en el rock

V: Lo primero que aparece tuyo es que sos destacado en lo instrumental. ¿Cómo es empezar a realizar bandas sonoras de cortometrajes y demás?

F: Ocurre de forma muy natural. Son los hechos fortuitos y la suerte. Soy un agradecido de seguir viviendo una vida tan vertiginosa y variada. Se va dando naturalmente, siempre fui un amante del cine y la música de película me atraían mucho. Nunca me encasille, siempre fui un bicho raro en todos los ámbitos. Estoy agradecido de encontrar este lugar y poder desarrollarlo. Por eso escribí algunos libros y cuentos. Cada uno vive su vida desde la perspectiva inevitable de su individualidad. 

V: Sos el artista que uno quisiera ser. ¿Cómo te sumergís a la escritura?

F: Al estar tan agradecido de lo que está pasando, vi que lo podía escribir por pedazos en varios volúmenes, desde niño hasta adulto. Era una forma de dejar un testimonio imaginariamente para alguien que quiera conocer eso del rock argentino. Necesitaba contarlo con lujo de detalles, desde la estética, la moda, hacer una escritura puntillosa y cinematográfica para que quien lo lea lo pueda imaginar. Tiene esas picardías inevitables del mundo del rock. Quería hacer algo de entretenimiento.

V: Grabaste con muchos músicos, sobre todo con el maestro Charly García, ¿Cómo fue la experiencia?

F: Es el personaje clave, el estigma en mi vida que con todo cariño lo llevaré siempre. Para mi va a ser siempre ese joven de 24 años de lentes y pelo largo.  Lo cruce cuando tenía 20 años luego de ser público. Calamaro invitó a él y Spinetta, por lo que me di la suerte de conocer a ambos al mismo tiempo. Fue un momento mágico e irrepetible. A partir de ahí comencé a ensayar y comenzó un momento vertiginoso y eso abrió a otros proyectos. 

V: ¿Recordás alguna anécdota o recital que te haya marcado con él?

F: El me dio la chance cuando tenía 22 años de llevarme a Nueva York a grabar, cuando podría haber contratado al mejor cesionista del mundo y confió en mí. Siempre tendré con él un sentimiento de gratitud y afinidad. Entiendo su humor.

V: ¿Qué mensaje le dejas a los músicos?

F: Si no te la inventas vos no te la inventa nadie. Uno tiene que ser el artífice a través del poder del deseo. Hay que intentarlo. Tiene que ver con algo muy simple, que es desarrollar el fuego interior y llevarlo a cabo. Le recomiendo a los músicos leer biografías. Si vos sabes por las cosas que pasaron todos los artistas que cautivaron a millones en el planeta, es un estimulo para forjar un camino propio. La confianza es importante. 

Amir Navarro

Redactor Diario El Cóndor